sábado, 17 de octubre de 2009
En zonas vulnerables de Esmeraldas los habitantes piden mayor atención
FOTO: El Universo.- CUBE, Esmeraldas. En abril pasado el puente de esta comunidad de Quinindé fue afectado por la correntada.
Manuel ToroEL UNIVERSO
La próxima llegada de la temporada invernal preocupa a los habitantes de las zonas de mayor riesgo de la provincia.
Aunque el gobernador de Esmeraldas, Raúl Chiriboga, pidió a los alcaldes entregar el listado de obras de emergencia que requieren como prevención para gestionar los recursos, en comunidades como Anchayacu, del cantón Eloy Alfaro, existe temor por las inundaciones.
Nixon Quiñónez Castillo, presidente de la Junta Parroquial de Anchayacu, dijo que el Municipio no ha legalizado los predios adquiridos en una zona elevada donde será reubicado el pueblo, mientras que el Miduvi ofrece construir casas, pero nadie sabe cuándo.
“Por ocho años hemos gestionado la reubicación de las casas, pero poco interés han mostrado las autoridades”, dijo.
El problema de Anchayacu, comunidad de 650 habitantes, es el río Ónzole. El poblado fue construido a orillas del río porque esto les facilitaba la comunicación con otras comunidades, especialmente llevar madera hacia Borbón, a una hora de distancia por el río.
Pero, según los nativos, en 1970 el Ónzole les dio la primera advertencia. La fuerza del agua arrasó 22 viviendas. Desde ahí, cada 4 años, de manera cíclica, el poblado se inunda. “Hay ocasiones en que el agua sube 4 metros”, dijo Ítalo Camacho, teniente político.
Pero el problema no solo se presenta en Eloy Alfaro; en comunidades como Cube, en Quinindé, sus comuneros también reclaman obras. Aunque el puente que fue completamente arrasado ya fue reparado, los habitantes reclaman muros de contención y otra asistencia.
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