El Municipio impulsa un proyecto de legalización de tierras, que en un año ha beneficiado a 1 000 personas. Las invasiones continúan.
EL COMERCIO
Un grupo de 50 personas, con machetes, cortaba la maleza en un predio, aparentemente abandonado, ubicado en el sur de la ciudad de Esmeraldas. El lugar es conocido como Los Girasoles.
“Aquí espero levantar mi casita”, comentaba Wendy Morales, de 30 años, quien se unió a la aventura de los denominados ‘sin tierra’. Esta madre de dos niños permanecía de pie en un sitio que ya considera propio, mientras sus compañeros armaban casuchas, con palos y plásticos. El lote es como una cancha de fútbol.
Los vecinos del barrio La Tolita, ubicado frente al sector de Los Girasoles, llamaron molestos a la Policía y al Municipio. “Entre los necesitados hay comerciantes de tierra que invaden en todas partes”, aseguró un morador, que prefirió el anonimato.
Las invasiones se han vuelto una práctica común en la capital esmeraldeña, en donde el 60% de la posesión, de los 42 000 predios, es informal.
Es decir, no cuentan con títulos de propiedad, según datos de la Dirección de Planificación del Municipio. Solo en los tres últimos meses se dieron incursiones en áreas de Winchele, en la vía hacia Atacames y en Los Girasoles.
En esta última, el comisario municipal, Ecuador Toro, acompañado de policías, pidió abandonar el lugar, porque se trata de una zona peligrosa.
El terreno está flanqueado por los cables del Sistema Nacional Interconectado, por un lado, y por el poliducto y oleoducto petrolero, por el otro. Los invasores colocaron un rótulo indicando que ahí se instalará un mercado.
El comisario de Construcciones, Carlos Sánchez, aseguró que no se permitirán más invasiones. Recordó que así se han formado muchos barrios, generando inseguridad en varios sectores.
El Municipio no entrega permisos de construcción, mientras no estén aprobados por la Dirección de Planificación. Esta dependencia lleva adelante un plan de ordenamiento en la ciudad.
En medio de ese panorama se halla a personas como Morales, que ya no puede pagar los USD 120 mensuales de arriendo.
El Concejo Municipal conoce la realidad socioeconómica y cultural de los esmeraldeños, que pocas veces legalizan sus propiedades. Es por ello que aprobó un programa de legalización de tierras. Este plan, que se publicita por las radioemisoras locales, ofrece el cobro de USD 1 por metro cuadrado y de USD 0,75 en el caso de que la posesionaria sea de la tercera edad, con discapacidad o madre soltera.
Según el alcalde Ernesto Estupiñán, este programa, que se aprobó el año anterior, ha beneficiado a 1 000 personas. Sin embargo, aclara que la legalización de tierras que ofrece el Municipio es para las personas que han tenido una posesión familiar de forma pacífica.
Amenaza a las reservas
Las invasiones también afectan a las reservas. En Atacames, 300 personas se tomaron el manglar en Taseche. Igualmente, en la Reserva Machi Chindul, en el sur de Esmeraldas.
La ciudad de Esmeraldas tiene un área de 4 000 hectáreas, entre el océano Pacífico, en el norte, y las parroquias de Vuelta Larga y San Mateo, en el sur. 24 800 hectáreas se incorporarán al área de expansión.
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