martes, 1 de mayo de 2012

Carlos Saud, un ejemplo de trabajo y sacrificio



Cuando apenas tenía 16 años de edad, transitaba por las calles de Esmeraldas ofreciendo sus telas. La ciudad era pequeña, era el año 1956 y en su mente solo se fijaba la meta de algún día llegar a tener su propio almacén de telas. Esa meta se cumple en el año 1963 cuando en la esquina de las calles Bolívar y Piedrahita aparece almacén El Globito.
El propietario de este nuevo negocio era Carlos Eduardo Saud Saud, quien posteriormente pasaría a la vida política ocupando importantes cargos dentro de la provincia y a nivel nacional, pero ello nunca lo desvinculó del trabajo.
Carlos Saud, quien ahora es propietario de Radio La Voz de Su Amigo, emisora a la que  dedica todo su tiempo, nunca ha dejado de ser un defensor de los derechos de los trabajadores y él mismo es un trabajador incluadicable.
Nacido en 1938 en Esmeraldas, no fue descendiente de una familia adinerada y todo lo que tuvo fue a base de trabajo y sacrificio. Su primera meta fue llegar a tener un capital propio de 100 mil sucres. “Eso era muchísimo dinero, me propuse reunir los 100 mil y lo conseguí”, dijo.
Ya para la época de los 70, Carlos Saud manejaba 3 almacenes El Globito y pasó de ser comprador de telas al por mayor a empresarios de Guayaquil, a convertirse en importador de telas y desde Esmeraldas Carlos Saud las repartía al resto del país.
Su vida cambió drásticamente luego de que fue electo concejal del cantón, luego pasó a ser gerente del Agua Potable, gobernador, alcalde, prefecto y 3 veces diputado. “La política me enseñó mucho, pero yo nunca dejé de ser el amigo, el trabajador, siempre me ha gustado trabajar”, dice.
Sus tres almacenes los perdió. Cerraron sus puertas en la década de los 90 y Carlos Saud reaparece, esta vez, en una rama muy diferente al comercio. “Soy un hombre de éxitos, me atreví a incursionar en una actividad en la que nadie creía y no me equivoqué, me propuse hacer y estudiar comunicación”, dice.
Su vida transcurre entre una cabina de radio y la gerencia de la emisora. Carlos Saud es un trabajador incansable. Pese a que en su emisora laboran 16 personas, dice que nunca ha sido demandado laboralmente pues siempre cumple con los derechos de los trabajadores.
“Yo no merezco un homenaje, yo reconozco el trabajo sacrificado de miles de personas que hoy y todos los días salen a las calles a trabajar para el pan a sus hijos. Yo solo me inclino revente ante ustedes trabajadores en este su día”, dijo.

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