DIARIO HOY Director del hospital Virgen de la Buena Esperanza negó responsabilidad en nuevas muertes de tres neonatos
Ayer, Freddy Briones, director del hospital materno Virgen de la
Buena Esperanza, ubicado al sur de la capital de Esmeraldas, negó las
denuncias sobre la muerte de tres neonatos en menos de 24 horas en el
interior de esa casa de salud.
No obstante, el funcionario confirmó que, de los partos registrados en
los últimos dos meses en ese hospital, 15 fueron niños prematuros y
afirmó que, hasta la fecha, constan tres decesos de bebés, registrados
el 3, el 10 y el 23 de este mes.
Indicó, no obstante, que las muertes se dieron por distintas causas
naturales y no por un virus en el área de Neonatología, como se
rumoraba.
Negó además la denuncia contra el hospital realizada por Jackeline
Preciado Estacio, en la que se acusa de mala práctica médica a la
institución.
La demandante declaró que su nuera, María Ortiz Ortiz, perdió el bebé
mientras se encontraba en la cirugía de cesárea. Añadió que no la
dejaron ingresar a acompañar a su familiar y que luego la clínica le
entregó el cadáver del niño en una caja de cartón.
Tras el parto, la madre fue transferida con complicaciones graves al
hospital de San Lorenzo del Pailón, situado en el norte de la provincia.
Un médico de la maternidad Buena Esperanza, que omitió su nombre,
explicó que el fallecimiento del bebé ocurrió porque la paciente
presentaba un caso conocido como óbito fetal. "La muerte fetal
intrauterina puede ocurrir durante la gestación, a partir de las 20
semanas y hasta el momento del parto", indicó.
El dato fue corroborado luego por Luis Gracia, gerente del Área de Salud
1 del Ministerio de Salud, quien señaló, además, que la falta de
controles ginecológicos en madres adolescentes a menudo provoca abortos o
partos prematuros.
En la casa asistencial se atienden un promedio de 14 partos diarios,
cifra que, según García, el hospital no está preparado para atender pues
cuenta solamente con 24 camas y 14 termocunas.
El incremento en la demanda se debe a que las salas de ginecología y
maternidad del hospital Delfina Torres, uno de los más grandes de
Esmeraldas, están cerradas desde octubre anterior, por la rehabilitación
física y de infraestructura que realiza el Ministerio de Salud con una
inversión de $11 millones.
Mientras tanto, los familiares de María Ortiz exigen una investigación
detallada de lo ocurrido. Hasta ayer, la joven se encontraba ingresada
aún en la sala de recuperación de la clínica San Lorenzo.
La Fiscalía de la provincia mantiene también una indagación pendiente
con el hospital para determinar la causa del fallecimiento de 13
neonatos al interior de la institución entre enero y febrero de 2011.
A raíz de las declaraciones emitidas tras el caso más reciente, la
fiscal de Santo Domingo de los Tsáchilas, Irma Bosques solicitó una
nueva investigación.
Bosques señaló que espera, a través de esa nueva instrucción, tener las
declaraciones del personal médico y enfermeras de la maternidad para
concluir si la existencia de bacterias sería un factor recurrente en las
muertes de los neonatos.
A inicios de 2011, en tres hospitales públicos del país se registraron
51 decesos por bacterias. De ellas, 13 se dieron en el hospital Gustavo
Domínguez de Santo Domingo de los Tsáchilas, 12 en el Francisco de Ycaza
Bustamante de la ciudad de Guayaquil y 26 en el hospital Isidro Ayora
de Loja.
Para atenuar la preocupación de las personas, Luis Romero, relacionista
público del hospital materno Virgen de la Buena Esperanza, anunció que
la casa asistencial estará recibiendo consultas en las cuentas que la
clínica mantiene en Facebook y Twitter así como al correo electrónico
del hospital. (LFA)
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