Causas de tensión

Jorge Vivanco Mendieta / vivancoj@granasa.com.ec

http://www.expreso.ec/ediciones/2009/06/25/opinion/causas-de-tension/Default.asp

Dos problemas mantienen una tensión ciudadana que, de no tener el debido tratamiento, acarrearán graves consecuencias. El uno -en orden cronológico-, es la decisión del Gobierno -ratificada por el propio Presidente en su monólogo del sábado pasado- de sancionar Teleamazonas como culminación de una etapa de hostigamiento sistemático y a pesar del repudio de un mayoritario sector de la ciudadanía; y el otro, el conocimiento de los numerosos contratos suscritos entre el hermano del Presidente con el Estado, acerca de los cuales el mandatario asegura que nunca intervino.

Esa tensión ciudadana se ha manifestado en una lluvia de cartas de lectores a los periódicos escritos e incesantes llamadas a los noticiarios televisados y radiodifundidos, en que se expresan puntos de vista diferentes y discrepantes, dos de los cuales requieren una referencia especial por la importancia de los asuntos que tratan.

Concretemos: el Gobierno, en salvaguarda de la integridad moral de los niños y adolescentes, ordena cambiar la hora de la presentación de las tiras cómicas de Los Simpson y Dragón Ball. Los adolescentes, esto es jóvenes de menos de 18 años, según el Gobierno, no están formados todavía para interpretar correctamente esos dibujos animados... pero sí lo están desde los 16 años para votar, esto es para decidir sobre el presente y el futuro del país. La contradicción quizá explique el fracaso del cálculo electoral del Gobierno al tomar la medida, que seguramente pensó iba a favorecerlo en las urnas, lo cual no sucedió, entre otras cosas porque muchos de estos jóvenes no demostraron interés.

El otro aspecto se refiere a uno de los argumentos del Conartel, dócil instrumento para sancionar (¿clausurar?) a Teleamazonas, fue “la denuncia” de que en el ex supermercado Santa Isabel (patrona del fraude) funcionaba un centro de cómputo donde se manejaban cifras de los interminables escrutinios, lo cual fue negado, a pesar de que hay un contrato de por medio que hasta ahora no se lo analiza en serio y de que el trabajo era supervigilado al momento de la irrupción de grupos políticos, por el principal del Consejo Nacional Electoral, señor Fausto Camacho.

El periodista dio la noticia del hecho, como era su deber, describió los acontecimientos. Nada más. Ahora bien, como esto produjo una iracunda reacción del Gobierno, se alimenta la sospecha de que ese centro de cómputo tenía otros fines que se frustraron, y la demora increíble de los escrutinios alimenta nuevas sospechas, pues de conteo en conteo, cambian los resultados y aumentan los alcaldes y diputados gobiernistas, como ha acontecido hasta hoy en Babahoyo, Manta y Paján. Pero siguen multiplicándose reclamos y disturbios.

Juzgue el lector.