Los vecinos de las comunidades se unen al trabajo que realizan 30 jóvenes. El propósito es crear nuevos espacios para la recreación.
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Nélida Reascos, vecina del barrio 50 Casas, ubicado en la orilla del río Teaone, recuerda que el afluente era un sitio de diversión de los esmeraldeños.
Allí se reunían las familias para bañarse, lavar la ropa y capturar peces y camarones. Todo cambió desde hace más de 10 años, cuando este río y el Esmeraldas se convirtieron en depósitos de basura de las comunidades cercanas.
Reascos no pierde la esperanza de ver, otra vez, limpio al Teaone. Por ello, apoya el proyecto de recuperación ambiental de sus orillas. 30 jóvenes fueron contratados para la limpieza. Ellos son apoyados por los vecinos de las comunidades en donde se concentran las actividades.
La propuesta es impulsada por el Ministerio del Ambiente, con apoyo del Municipio. Merley Ruiz, directora de Gestión Ambiental del Cabildo esmeraldeño, dice que uno de los objetivos es mejorar y devolver a la ciudad las riberas de los ríos. “Lo ideal es poner a disposición del ciudadano nuevos espacios para la recreación y el entretenimiento”.
El trabajo comunitario ya se empezó a evidenciar. En la playa del río, ubicada en el barrio 50 Casas, el basurero se convirtió en un parque equipado con cabañas y bancas. También se sembraron plantas de bambú.
“Nuestra playa ahora está linda, para que jueguen los niños. No permitiremos que se destruya”, asegura Nélida Reascos.
A 30 m de allí se realiza una minga de limpieza. 45 personas, entre los vecinos y los jóvenes, recogen los desechos en fundas verdes de plástico.
Poco a poco, los desperdicios recolectados forman una gran montaña, que finalmente es trasladada al botadero de la ciudad, en un camión recolector.
Según Francisco Calero, coordinador de la actividad, cada día se recolecta un promedio de 14 000 kilogramos de desechos en los ríos Teaone y Esmeraldas. Son desperdicios de cocina, envases plásticos, ropa, llantas, escombros de obra civil y descargas de aguas servidas.
EÉste diagnóstico será el principal sustento para la elaboración de una ordenanza municipal, dirigida a controlar y a sancionar por la contaminación.
La limpieza es uno de los cinco componentes de este proyecto, que se ejecuta en los dos afluentes esmeraldeños.
Los otros son la rehabilitación de las orillas de las cuencas, la reforestación de las riberas como sistema de prevención de inundaciones, la construcción de parques perimetrales y la dotación de equipos de monitoreo al Municipio para que controle la contaminación ambiental.
Los vecinos de las zonas afectadas fueron capacitados. En los talleres se habló sobre la importancia de mantener limpio al río y los beneficios económicos que puede generar esa costumbre.
A pesar de eso, Harol Vásquez, habitante de la zona regenerada, se lamenta porque aún hay personas que continúan arrojando la basura al río.
Según el proyecto, el área de intervención se ejecuta en 14 kilómetros del río Teaone, entre el puente de Codesa y el puente ubicado en la vía Esmeraldas-Atacames. En el río Esmeraldas se trabaja en 12 km, desde el barrio Nueva Esperanza hasta cerca de la Isla Piedad. El costo es de USD 2 millones.
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