Foto: Daños en el malecón de Rioverde. El Comité de Operaciones Emergentes advirtió la presencia de la onda Kelvin, que podría causar problemas en las costas de las provincias de Esmeraldas y de El Oro. Hoy los primeros daños empezaron a darse en el cantón Rioverde donde la fuerza de las olas destruyó el malecón. Hay temor entre los habitantes de Súa y Tonchigüe, donde el mar empezó a golpear con fuerza los malecones. Decenas de pescadores prefirieron no salir a sus faenas de pesca por miedo a lo que pueda pasar. Foto: Curiosos en la playa de Rioverde. Sentado sobre un bote, Fidencio Guerrero observa el mar y comenta que las aguas están más inquietas que de costumbre. Este hombre de 47 años es uno de los 500 pescadores de la parroquia Camarones, cantón Ríoverde, ubicado al norte de Esmeraldas. Asegura que él, al igual que sus compañeros, no saldrá a pescar. Tomó esa decisión luego que funcionarios del Comité de Operaciones Emergentes (COE), de Esmeraldas, advirtieron sobre la inminente llegada de aguajes, entre el 3 y el 6 de diciembre. “Posiblemente los más fuertes de este año”, dice. Foto: Las olas golpean con fuerza el malecón de Súa. A mediados del mes anterior, el Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) daba cuenta de una anomalía en la temperatura superficial del océano. Se indicaba que esa novedad tenía relación con la presencia de la onda Kelvin, que se desplaza por el océano Pacífico. Los técnicos también advertían que los mayores valores se registraron frente a las provincias de Esmeraldas y El Oro (Puerto Bolívar), en donde podrían presentarse problemas. El lunes último, los comités de Operaciones de Emergencia (COE) de las dos provincias coordinaban acciones preventivas que se deberían tomar. En Esmeraldas, se sugirió activar los COE cantonales, especialmente en las localidades en donde hay una línea de costa. La idea es tomar acciones preventivas y ejecutar acciones coordinadas de manera ágil, comenta el alcalde de Muisne, Ángel Bernal. En su calidad de Presidente del COE de su cantón, ordenó que esta organización permanezca en sesión permanente. Paralelamente se recomendó a los bañistas, pescadores y habitantes de las zonas costaneras no concurrir a las playas ni a los estuarios, por estos días. La advertencia está dirigida básicamente a los menores de 14 años. Al igual que en Rioverde, los cantones de Esmeraldas, Atacames y Muisne son los más propensos a sufrir daños por los aguajes. Guerrero, por ejemplo, aún recuerda los aguajes de octubre último que destruyeron un muro de contención de geotubos, construido para proteger el malecón de la parroquia Camarones. Los pedazos de cemente de esta barrera, que costó USD 500 000, quedaron regados en la playa como un monumento al despilfarro, señala. Según los reportes de la Secretaría de Prevención de Riesgos, de Esmeraldas, los aguajes de octubre dejaron seis viviendas destruidas y 39 afectadas. Además 82 personas de la parroquia San Francisco del Cabo y de la punta Las Manchas, del cantón Muisne, resultaron damnificadas Las familias, que tuvieron que abandonar sus viviendas, se refugiaron en albergues temporales. En las playas, entre tanto, se comenzó a instalar banderolas rojas como señales de advertencia, para que los bañistas se abstengan de ingresar al mar. Cada ver los aguajes parecen más fuerte, reflexiona Fidencio Guerrero. Comenta que todos tenemos parte de culpa, por atentar contra el medio ambiente. En eso coincide María Augusta Robalino, activista de la Fundación de Defensa Ecológica de Muisne. Considera que “si los manglares no se hubieran talados, los últimos aguajes que azotaron al sur de Esmeraldas, no hubieran provocado tanto daño”. Video: ESMERALDAS NEWS TV. Pescadores regresan a la playa en Tonchigüe debido a la furia del mar.
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