Los habitantes del balneario toman agua de pozos y de esteros, mientras que los animales sufren por la falta de alimento.
DIARIO HOY
El estiaje en Esmeraldas afecta también al cantón turístico de Muisne. Su población se ha visto obligada a abastecerse de agua de pozos profundos y de lo que aún queda en los esteros.
Con maquinaria municipal, se han construido 15 pozos por la emergencia. Además, se invirtieron $5 000 en la compra de bombas, tuberías y acometidas, según manifestó el alcalde, Ángel Bernal.
La necesidad de agua se observa en las fincas y ganaderías. Mientras que en la comunidad de Daule, los miembros de la junta parroquial rompieron la tubería para abastecer una piscina camaronera, denunció María Reyes, administradora del sistema de agua potable.
En Muisne, el líquido vital se compra en las viviendas de Octavio Colorado y de Luis Bone, que venden en ¢50 la docena de galones de 20 litros cada uno.
Eleuterio Charcopa explicó que entregan este servicio porque la planta de captación tiene deficiencias con el bombeo y porque los 71 pozos tienen bajo caudal por la sequía.
En tanto, varios hoteles, establecimientos educativos y en el hospital Carlos del Pozo Melgar cuentan con pozos propios, ya que el agua en Muisne es deficiente en el verano, según acotó José Rezabala, director de esa casa de salud.
Por la carencia de agua, el ganado vacuno ingresa a la población para abastecerse en los pozos y cisternas.
Para solucionar el problema, el personero municipal presentó el nuevo proyecto del sistema de agua potable para Muisne, Bellavista y El Relleno, que se aspira construir en 2010.
Recientemente, ganaderos de Quinindé, Atacames y Manabí movilizaron sus bovinos hasta la parroquia La Tola, en Eloy Alfaro, para alimentarlos.
Datos nuevos del Magap reportan 44 mil hectáreas de pasto, 4 818 de cacao y 1 686 de plátano, afectadas por la sequía con pérdidas económicas de $6 millones.
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