EL UNIVERSO El aire se torna irrespirable en el extremo sur de la Refinería Estatal de Esmeraldas. Junto a una piscina de aproximadamente 200 metros de largo por 70 de ancho, que contiene desechos hidrocarburíferos, se aprecia todo tipo de basura contaminante, además de plásticos y tanques. Los habitantes de los barrios cercanos al sector aseguran que casi no pueden dormir en las noches debido a que el olor se torna insoportable. Ciudadelas como la 15 de Marzo y Codesa se encuentran a menos de 1 kilómetro del lugar, donde, según los directivos de la Refinería, existen tres de estas piscinas que no reúnen los requisitos técnicos mínimos para el depósito de desechos. Estas piscinas han venido funcionando en el lugar desde hace, aproximadamente, diez años. Se las creó con el fin de colocar en ellas los desechos de los productos químicos que se usan cada vez que se realiza un mantenimiento o simplemente para descargar en ellas material e hidrocarburos que no se utilizan. “Es una especie de basurero, donde lanzan todo tipo de restos”, simplifica Miller Quiñónez, trabajador de la planta. Entre los actuales administradores del lugar, la Armada, se reconoce que se han lanzado desechos a las piscinas que fueron construidas sin ningún tipo de precaución, ni materiales aislantes para que no se contamine el suelo. Pero ahí se asegura que ese trabajo se hizo en las administraciones anteriores y que ahora se busca solucionar esos problemas de manera definitiva. Sin embargo, Juan Montaño Escobar, director del Departamento del Ambiente del Municipio de Esmeraldas, dice que no son solo las tres piscinas de la Refinería las que están contaminando el aire, suelo y el agua, sino seis y que por lo menos unas tres han sido tapadas con tierra en un intento de eliminar las evidencias. “Tenemos conocimiento que hay piscinas a las cuales se echó tierra y se las tapó, esto es gravísimo, pero no podemos hacer nada, solamente denunciar, ya que nadie puede tocar a la Refinería por ser un bien estratégico”, dijo. Mientras, en la Refinería, José Peñafiel Caicedo, gerente de Seguridad, Ambiente, Gestión y Salud de Petroecuador, niega que alguna piscina haya sido cubierta con tierra y agrega que actualmente están construyendo una plataforma para verter el contenido de estas piscinas e “inmediatamente” tomar las medidas correctivas y descontaminar el área. A través del Departamento del Ambiente del Municipio es poco lo que se puede hacer, expresa Montaño, quien asegura que han hecho la denuncia pública, pero por tratarse de una entidad de seguridad nacional no se pueden tomar acciones sancionadoras contra la planta industrial, pese a que se ha demostrado “hasta la saciedad” el grado de contaminación, sostiene el funcionario. Refiere que la Alcaldía y el Consejo se reunirán para analizar la problemática y tomar las resoluciones necesarias. “Nosotros como Departamento del Ambiente no podemos hacer más, esperemos que el Ministerio del Ambiente se involucre”, dice. Agrega que el tema de la contaminación de las piscinas es solo una parte de las “graves falencias” que presenta la Refinería de Esmeraldas, que van desde la baja producción, el funcionamiento de la planta en condiciones críticas, así como la constante emisión de gases hacia el ambiente. “Desde sus inicios en 1978, la Refinería Estatal de Esmeraldas ha venido afectando al ambiente de Esmeraldas, no solo con emisiones de gases sino también con descargas de aguas contaminadas hacia los ríos”, añade. Los administradores de la Refinería salieron al paso de las acusaciones. Peñafiel Caicedo señala que una de las políticas del Gobierno es atacar los llamados pasivos ambientales que se tienen en el país. Uno de estos pasivos son las piscinas que contienen desechos de hidrocarburos interperizados (que ha estado expuesto al ambiente durante mucho tiempo y pierde su grado de calidad para ser usado), así como también las plantas de tratamiento de tetratilo de plomo que dejaron de funcionar hace diez años, pero que aún continúan armadas en el interior de la Refinería de Esmeraldas. El funcionario asegura que uno de los retos y preocupación de la administración de la Armada es descontaminar y evitar los daños al medio ambiente.
Detalles: Actividades
Trabajos Un plan para recuperar los suelos se ejecuta desde el pasado 2 de diciembre y se tiene previsto que se extiendan por unos dos años.
Costos Con un primer aporte inicial de 500.000 dólares se ha contratado a personal especializado para controlar los índices de contaminantes, según la Unidad Ambiental de la vicepresidencia de Petroecuador.
Video: Esmeraldas News TV.
No hay comentarios:
Publicar un comentario