Quito, 14 dic (EFE).- La Fuerza Naval de Ecuador informó hoy de que el domingo destruyó un cultivo de coca en la provincia costera de Esmeraldas, en el noroeste del país, cerca de la frontera con Colombia.
El comandante del Grupo de Tarea "1.4 Esmeraldas", Carlos Albuja, señaló en un comunicado de su unidad que el hallazgo se produjo durante una operación de vigilancia en la zona de Ricaurte, en el cantón San Lorenzo, en el norte de dicha provincia.
Se trata, precisó el informe, de un cultivo de 2.585 plantas de coca, sembradas en una hectárea de superficie en una zona selvática cercana a la localidad de Ricaurte.
Las plantas, que tenían una altura de 1,5 metros, fueron arrancadas e incineradas en el mismo sitio, con la presencia del fiscal de San Lorenzo, Antonio Durán, indicó el documento.
Además, señaló que durante la operación no se registraron detenciones, ya que en la zona "no se encontró a ninguna persona".
Éste es el tercer hallazgo de plantaciones de coca que se registra en la provincia de Esmeraldas en los últimos quince días.
El pasado 4 de diciembre, personal del Ejército y de la policía de Ecuador destruyó unas 30.000 plantas de coca en las zonas de El Pan y Vaya Viendo, en el norte de Esmeraldas, a apenas 200 metros de la línea divisoria con Colombia.
Igualmente el pasado 30 de noviembre, soldados y policías que efectuaban una operación de patrulla en el sector de La Chiquita, cerca de la localidad de San Lorenzo del Pailón, destruyeron otras 400 plantas de coca, también cerca de la frontera.
Las autoridades militares de Ecuador han señalado que los cultivos no se pueden divisar desde el aire, por la espesa vegetación, y que también el ingreso por tierra es difícil por lo agreste de la orografía.
Habitantes de zonas vecinas a los lugares donde se han encontrado los cultivos han asegurado que por los ríos fronterizos Mataje, Mira y San Juan suelen cruzar personas desconocidas que vienen desde Colombia y que posiblemente son ellos los que siembran la coca en distintos lugares.
Además, las autoridades ecuatorianas sospechan que los cultivos podrían estar relacionados con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
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