viernes, 27 de abril de 2012

Muerte de neonatos, el caso recobra actualidad

DIARIO HOY Director del hospital Virgen de la Buena Esperanza negó responsabilidad en nuevas muertes de tres neonatos

Ayer, Freddy Briones, director del hospital materno Virgen de la Buena Esperanza, ubicado al sur de la capital de Esmeraldas, negó las denuncias sobre la muerte de tres neonatos en menos de 24 horas en el interior de esa casa de salud.

No obstante, el funcionario confirmó que, de los partos registrados en los últimos dos meses en ese hospital, 15 fueron niños prematuros y afirmó que, hasta la fecha, constan tres decesos de bebés, registrados el 3, el 10 y el 23 de este mes.

Indicó, no obstante, que las muertes se dieron por distintas causas naturales y no por un virus en el área de Neonatología, como se rumoraba.

Negó además la denuncia contra el hospital realizada por Jackeline Preciado Estacio, en la que se acusa de mala práctica médica a la institución.

La demandante declaró que su nuera, María Ortiz Ortiz, perdió el bebé mientras se encontraba en la cirugía de cesárea. Añadió que no la dejaron ingresar a acompañar a su familiar y que luego la clínica le entregó el cadáver del niño en una caja de cartón.

Tras el parto, la madre fue transferida con complicaciones graves al hospital de San Lorenzo del Pailón, situado en el norte de la provincia.

Un médico de la maternidad Buena Esperanza, que omitió su nombre, explicó que el fallecimiento del bebé ocurrió porque la paciente presentaba un caso conocido como óbito fetal. "La muerte fetal intrauterina puede ocurrir durante la gestación, a partir de las 20 semanas y hasta el momento del parto", indicó.

El dato fue corroborado luego por Luis Gracia, gerente del Área de Salud 1 del Ministerio de Salud, quien señaló, además, que la falta de controles ginecológicos en madres adolescentes a menudo provoca abortos o partos prematuros.

En la casa asistencial se atienden un promedio de 14 partos diarios, cifra que, según García, el hospital no está preparado para atender pues cuenta solamente con 24 camas y 14 termocunas.

El incremento en la demanda se debe a que las salas de ginecología y maternidad del hospital Delfina Torres, uno de los más grandes de Esmeraldas, están cerradas desde octubre anterior, por la rehabilitación física y de infraestructura que realiza el Ministerio de Salud con una inversión de $11 millones.

Mientras tanto, los familiares de María Ortiz exigen una investigación detallada de lo ocurrido. Hasta ayer, la joven se encontraba ingresada aún en la sala de recuperación de la clínica San Lorenzo.

La Fiscalía de la provincia mantiene también una indagación pendiente con el hospital para determinar la causa del fallecimiento de 13 neonatos al interior de la institución entre enero y febrero de 2011.

A raíz de las declaraciones emitidas tras el caso más reciente, la fiscal de Santo Domingo de los Tsáchilas, Irma Bosques solicitó una nueva investigación.

Bosques señaló que espera, a través de esa nueva instrucción, tener las declaraciones del personal médico y enfermeras de la maternidad para concluir si la existencia de bacterias sería un factor recurrente en las muertes de los neonatos.

A inicios de 2011, en tres hospitales públicos del país se registraron 51 decesos por bacterias. De ellas, 13 se dieron en el hospital Gustavo Domínguez de Santo Domingo de los Tsáchilas, 12 en el Francisco de Ycaza Bustamante de la ciudad de Guayaquil y 26 en el hospital Isidro Ayora de Loja.

Para atenuar la preocupación de las personas, Luis Romero, relacionista público del hospital materno Virgen de la Buena Esperanza, anunció que la casa asistencial estará recibiendo consultas en las cuentas que la clínica mantiene en Facebook y Twitter así como al correo electrónico del hospital. (LFA)

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