En el inmueble donde habitaban seis personas, entre ellas la dueña que está en sillas de ruedas por una discapacidad física, tenía un altillo y fue desde allí que empezaron a salir las llamas que lo devoraron todo. Los perjudicados creen que se trató de un cortocircuito.
Los vecinos sacaron a la persona que estaba en sillas de ruedas, también lo hicieron con un televisor, una refrigeradora, un colchón mojado y uno de dos cilindros de gas, el otro no alcanzaron a sacarlo y explotó, pero por fortuna no hubo desgracias personales más que el susto y el estado nervioso que se apoderó de una de los miembros de la familia.
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