Periodismo en tiempo de crisis

Las fotos publicadas en este editorial son meramente para ilustración.


Dice Rubén Darío Buitrón, ex editor de los diarios Expreso y Universo, dice que el peor error del periodista es perder la credibilidad. Hay que aceptarlo con absoluta responsabilidad, desde hace 8 años atrás, la práctica del ejercicio periodístico en Esmeraldas dejó de ser una tarea de servicio, para pasar a ser una tarea servil al servicio de unos cuántos políticos que día a día aumentan sus riquezas, mientras que los periodistas perdemos cada día nuestro más preciado tesoro: la credibilidad.
No vamos criticar a los periodistas que se han visto obligados a unirse a una determinada línea dedocrática de un político para subsistir, pero sí vamos a señalar, a quienes creen que con un puñado de dinero pueden comprar la verdad.
La responsabilidad recae y siempre serán señalados como los responsables de este atropello a la verdad, en los dueños de los medios de comunicación de Esmeraldas y de unos cuántos “iluminados” que en la época de bonanza del PRE, vendieron sus conciencias cambio de dinero.
¿Qué ha cambiado?, pues muchos dirán que nada, pero yo sostengo que sí hemos cambiado. Sí nos ponemos en los zapatos de un radio escucha, de un televidente o de un lector, nos daremos cuenta enseguida en que estamos fallando, y de largo.
Editoriales sesgados, que defienden a ultranza a un político. Noticias que endiosan a un hombre o una mujer, por su maravillosa obra, obra hecha con nuestra plata y a los cuales, los “periodistas” dicen que hay que agradecerle. ¿Agradecerles?........
Ahora, los políticos que corrompieron el poder, los mandos altos, medios y bajos, volcaron sus ojos con alevosía y premeditación hacia los medios de comunicación. Se adueñaron de las frecuencias, los medios impresos y la televisión.
Ahora solo escuchamos sus verdades, no la de la gente común. Mientras que nosotros, los periodistas, quedamos en el centro de esta tormenta contra la verdad. Para nadie es un secreto y lo vamos a decir con absoluta claridad, que no es lo mismo escuchar un noticiero de una emisora “aliada a un político” y el noticiero de otra emisora que está “aliada al bando político contrario”.
Inclusive, sobre un mismo hecho se dicen dos cosas totalmente diferentes. El resultado, es que hemos perdido la credibilidad, lamentablemente ya no nos creen. Entonces, el periodismo dejará de ser, a corto plazo, un botín para los políticos. Cual aves carroñeras abandonarán el esqueleto del cadáver luego de devorar hasta el último pedazo de pellejo y buscarán otra presa a la cual destrozar.
Violencia entre medios de comunicación ni revanchismos entre periodistas no hay, solamente nos da pena decirlo, pero es cierto, algunos periodistas por un puñado de dinero venden hasta a su propia conciencia. Pero todo esto va a cambiar. Cuando ya nadie escuche los noticieros de radio, ni vean las noticias en Televisión, ni lean los diarios, cuando ya sea demasiado tarde, quizás tal vez ahí, tratarán arrepentidos de renacer…. Demasiado tarde.
Entendamos de una vez por todas. Política y periodismo son dos cosas diferentes. El que dice ser periodista y está defendiendo a un político, que ya no nos haga más daño, que se identifique como lo que es, un simple comerciante, no un periodista.
Estamos a menos de una semana de las elecciones. Después de los resultados, los perdedores seguirán usando los medios y a los periodistas para denunciar el fraude, los ganadores para defender su triunfo…. Luego vendrá la calma, unos meses hasta que alguien denuncie algo malo contra ellos, entonces volverán a los medios otra vez, pero lamentablemente ya no nos creen ni a nosotros ni a ellos. Que pena.