sábado, 13 de marzo de 2010

Un plan busca disminuir los peligros de la tortuga carey



Neptalí Palma

EL UNIVERSO


Entre abril y septiembre, al menos una media docena de playas de Esmeraldas y Manabí son escenario del desove de las tortugas carey, especie marina que tiene un caparazón aplanado formado por escudos translúcidos. Pero los huevos, las crías y los quelonios adultos están expuestos a la depredación.

Para impedir que el proceso de reproducción de las carey y de las tortugas negras se entorpezca por acción del hombre, distintas entidades desarrollan programas de protección. Uno de estos planes de monitoreo lo adelanta el Instituto Nacional de Pesca (INP), en convenio con Conservación Internacional y la Subsecretaría de Gestión Marina Costera del Ministerio del Ambiente.

El proceso se da debido a los altos riesgos que asumen las tortugas en la fase de anidación. Un técnico del Ministerio de Ambiente en Manabí, que pide no citar su nombre, refiere que el caparazón de las carey es demandado para elaborar artesanías. Contrabandistas de Perú y Colombia llegan, asegura, a comprar el caparazón, pues las tortugas negra y carey solo habitan frente a las playas de México, El Salvador y Ecuador.

El plan que desarrolla el INP se concentra en dos balnearios. Uno de Esmeraldas y otro en la reserva ecológica de Pacoche, en la playa de San Lorenzo (Manabí). Otro programa de control se desarrolla, con la coordinación de otras entidades, en Puerto López y las playas del Parque Nacional Machalilla.

Semanas atrás el biólogo Marcos Herrera, del INP, inició un proceso de capacitación dirigido a autoridades del Municipio de Manta, la Armada, la Subsecretaría de Recursos Pesqueros, presidentes de las comunidades cercanas al bosque Pacoche, guías nativos y hoteleros, para que se conviertan en protectores del proceso de anidación de los quelonios.

Julia Cordero, del Ministerio del Ambiente en Manabí, señala que también proyecta un nuevo taller con los guías nativos del bosque Pacoche. “Llegará un momento en que la comunidad maneje la biodiversidad de la zona y es necesario que conozcan cada uno de los procesos de las especies de flora y fauna”, sostiene.

Según un informe del INP, en las playas de San Lorenzo la anidación de la especie deja un promedio de cien huevos en periodos con intervalos de quince días entre cada ovoposición. El promedio de la etapa de incubación es de dos meses, tras los cuales las tortuguillas emergen del nido y se dirigen al agua.

Organismos de conservación de especies indican que la determinación del sexo de las tortugas marinas se origina por factores ambientales. Si la temperatura promedio en la arena donde se produjo el desove fluctúa entre los 28 y 30 grados, hay más tortuguillas. Si la temperatura es inferior, nace una mayor cantidad de machos.

Detalles: Otro plan
Rastreo
Desde el 2009, la tortuga carey, que tiene su hábitat en las playas del Parque Nacional Machalilla, en Manabí, es monitoreada mediante un rastreador satelital. Esto, para conocer su entorno y vías migratorias. Es otro plan de protección.

Transmisores
La Fundación Equilibrio Azul, la NOAA de EE.UU., Conservación International capítulo Ecuador, y la Icapo (Iniciativa Carey para el Pacífico Oriental) lograron colocar tres transmisores satelitales en igual número de tortugas carey en Machalilla.

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